Establecemos los procesos de lavado textil en tiempo y en dosificaciones de detergentes, en función del tipo de ropa y el grado de suciedad, pero en algunos casos esto no es suficiente, por ejemplo: Un lavado de toallas con nivel de suciedad bajo, no tiene grandes problemas solo nos preocuparemos que la ropa salga limpia y desodorizada pero en algún momento del flujo de la ropa, es decir desde su uso hasta la lavandería, la ropa en su transporte puede recibir una rozón del carro de transporte, un uso inadecuado de la toalla como accesorio de limpieza, manchas de origen desconocido que pueden haberse fijado en la fibra, etc.